Una de esas tardes en la librería, me encontré con un ejemplar que llamó mi atención. Se trataba de Centena de cien poetas. Que entiendo que en japonés es algo como Hyakunin Isshu, de Fujiwara no Teika; en una versión de Aurelio Asiain.
Lo llevé sin más.
Lo llevé sin más.
Luego de un par de días, al abrirlo me di cuenta de que además del texto traducido venían los caracteres en japonés, una aproximación de cómo sonaría y en la página siguiente, una explicación del poema.
Me pareció interesante reproducir los poemas traducidos.
1
Otoño. Ruda
caseta entre arrozales,
ya estrago el techo
de paja. Y siempre húmedas
de rocío mis mangas.
Emperador Tenji
1
Otoño. Ruda
caseta entre arrozales,
ya estrago el techo
de paja. Y siempre húmedas
de rocío mis mangas.
Emperador Tenji
2
Fue primavera,
Ya parece verano:
en el celeste
Monte Kagu se orean,
dicen, ropajes blancos.
Emperatriz Jito
Fue primavera,
Ya parece verano:
en el celeste
Monte Kagu se orean,
dicen, ropajes blancos.
Emperatriz Jito
3
¿Dormiré solo?
larga la noche larga
asendereada
tal la cola que arrastra
el faisán de la montaña
Kakinomoto no Hitomari
¿Dormiré solo?
larga la noche larga
asendereada
tal la cola que arrastra
el faisán de la montaña
Kakinomoto no Hitomari
4
Al mar de Tago
salgo de pronto y veo:
¡Cuánta blancura!
En la cumbre del Fuji
cae la nieve sin pausa.
Yamabe no Akahito
Al mar de Tago
salgo de pronto y veo:
¡Cuánta blancura!
En la cumbre del Fuji
cae la nieve sin pausa.
Yamabe no Akahito
5
Hondo en el monte,
entre hojas carmesíes.
Braman los ciervos:
cuando su voz se oye,
el otoño es más triste.
Sarumaru Dayu
Hondo en el monte,
entre hojas carmesíes.
Braman los ciervos:
cuando su voz se oye,
el otoño es más triste.
Sarumaru Dayu
6
Cuánta blancura.
A lo largo del puente
de las urracas
se ha formado la escarcha.
Ya la noche es profunda.
Otoño no Yakamochi
Cuánta blancura.
A lo largo del puente
de las urracas
se ha formado la escarcha.
Ya la noche es profunda.
Otoño no Yakamochi
7
Miro las vastas
celestiales llanuras:
las que vi en Kásuga
tras el monte Mikasa
era la misma luna.
Abe no Nakamaro
Miro las vastas
celestiales llanuras:
las que vi en Kásuga
tras el monte Mikasa
era la misma luna.
Abe no Nakamaro
8
Vivo al sureste
de la villa imperial,
en esta choza.
En un monte de penas,
según dice la gente.
Monje Kisen
23.
Viendo la luna
pienso en mil y mil cosas
que me entristecen.
Quien recibe el otoño
no soy yo solamente.
Ôe no Chisato
24.
Monte de Ofrendas:
ni una cinta he traído
en esta vuelta.
Brocado de arces rojos,
el don de las deidades.
Sugawara no Michizane
25.
Viñas del Sueño
del Monte del Encuentro.
Fiel a esos nombres,
sin que nadie se entere
tendría que acercarme.
Fujiwara no Sadakata
26.
Si algo sintieran,
rojos arces cimeros
del Monte Ogura,
ahora esperarían
la visita imperial.
Fujiwara no Tadahira
27.
Brota y divide
la llanura de Mika
el río Izumi.
Y tú mi corazón,
¿tú lo partiste cuándo?
Fujiwara no Kanesuke
28.
Qué desolada
en invierno la aldea
de la montaña.
Las almas y las hierbas
se dirían ajadas.
Minamoto no Muneyuki
29.
¿Para tomarlas,
una corazonada?
Los crisantemos:
flores blancas cubiertas
por la primera escarcha.
Ôshikôchi no Mitsune
30.
Nos separamos
bajo la indiferente
luna del alba.
Qué dolor desde entonces
el de ver que amanece.
Mibu no Tadamine.
31.
En la primera
luz, parecía luna
del alba: era
en Yoshino, caía
nieve sobre la aldea
Sakanoue no Korenori
32.
En la cañada,
por el viento erigida,
una represa:
no fluyen por el río
las hojas coloridas.
Harumichi no Tsuraki
33.
En la impasible
luz del cielo de un día
de primavera,
¿por qué sueltan las flores
sus pétalos inquietantes?
Ki no Tomonori
34.
¿Habrá quedado
alguno de los míos?
En Takasago
los pinos, también viejos,
no son amigos míos.
Fujiwara no Okikaze
35.
Es insondable
el corazón del hombre,
pero en el pueblo
huelen igual que antes
las flores del ciruelo.
Ki no Tsurayuri.
36.
No se ha cerrado
la noche y ya amanece:
es el verano.
- ¿Y dónde, entre las nubes,
la luna se ha alojado?
Kiyohara no Fukayabu
37.
El viento sopla
sobre el blanco rocío.
Por todas partes,
en el llano otoñal,
gemas desperdigadas.
Fun'ya no Asayasu.
38.
No me preocupa
que me hayas olvidado,
pero ¿qué suerte
le tocará al que pudo
dar su palabra en vano?
Ukon
39.
Como delgado
bambú entre la maleza
ha ido creciendo
mi cuidado, y no puedo
-¡ay, por qué!- ocultarlo.
Minamoto no Hitoshi
40.
Aunque lo callo,
me sale a flor de piel
lo que deseo.
La gente me pregunta:
- ¿en qué estarás pensando?
Taira no Kanemori
41.
Dicen que amo,
y anda en rumor mi nombre.
No lo sabía:
apenas la conozco,
me estaba enamoando.
Mibu no Tadami
42.
¿Y no empapamos
de llanto nuestras mangas
y nos juramos durar ante la olas
como la alta montaña?
Kiyohara no Motosuke
43.
Al fin nos vimos
y vi que no sabía
mi corazón
qué es el amor, ni eran
cuidados mis cuidados.
Fujiara no Atsutada
44.
Si no existiera
nunca ningún encuentro,
nada de nada
ni de mí ni de ella
sintiera o resintiera.
Fujiwara no Asatada.
45.
¡Ay, quién tuviera
palabras de consuelo
para mi pena!
Inútil sin remedio
se apaga mi existencia.
Fujiara no Koremasa.
46.
Boca de Yura.
Igual que el marinero,
roto el timón,
voy al pairo y no veo
a dónde va mi amor.
Sone no Yoshitada.
47.
Cerca mi casa
desordenadamente
la mala hierba.
Ya nadie viene a verme.
Sólo el otoño llega.
Monje Egyô
48.
Como las olas
que furioso echa el viento
contra las rocas:
así estoy yo, deshecho,
entre mis pensamientos.
Minamoto no Shigeyuki
49.
Arde la hoguera
del guardia de Palacio
toda la noche:
en el día se extingue
igual que mis cuidados.
Ônakatomi no Yoshinobu
50.
Antes hubiera
dado la vida entera
sólo por verte.
Hoy no quiero perderl
por tener esa suerte.
Fujiwara no Yoshitaka
51.
Como artemisa
del monte Ibuki queman
mis sentimientos,
y sin que tú lo sepas
me consumo por dentro.
Fujiwara no Sanekata
53.
Paso la noche
en un largo lamento
y espero el alba.
¡Ay, si sólo supieras
qué lento pasa el tiempo!
La madre de Michitsuna
54.
¡Quién me asegura
que no me olvidarás,
de veras, nunca?
Mejor no vivir más
que vivir entre dudas.
Takako, madre del Ministro Honorario
55.
56.
57.
58.
59.
60.
61.
62.
63.
64.
65.
66.
67.
68.
69.
70.
71.
72.
73.
74.
75.
76.
77.
78.
79.
80.
Vivo al sureste
de la villa imperial,
en esta choza.
En un monte de penas,
según dice la gente.
Monje Kisen
Nov 30, 2016
9.
Desvanecido
el color d las flores
¡ay, sin sentido!
viendo la lluvia paso
los días cavilando.
Ono no Kimchi
Ono no Kimchi
10.
Por aquí pasan
los que van, los que vuelven,
los que se partan,
propios o extraños: Paso
de la Cuesta de Acaso.
Semimaru
Semimaru
11.
Voy en camino de las ochenta islas
por la mar alta.
¡Que los sepan los míos,
ay, pescadores barcas!
Ono no Takamura
Ono no Takamura
12.
¡Ay, sopla, cierra
la brecha entre las nubes,
viento celeste!
¡Esta flor de doncellas,
que un instante se queden!
Henjô, alto preldo
Henjô, alto preldo
Dic 12, 2016
13.
Desde las cimas
del Tsukuba en el Mina
fluye y mi amor
como el río acumula
agua en aguas proundas
Emperador retirado Yôzei
Emperador retirado Yôzei
14.
Como intrincada
tela de Michinoku,
así, por culpa de quién, mi corazón
de quién, así se enreda.
Minmoto no Tôru
Minmoto no Tôru
15
Salgo, por tí,
al campo, en primavera,
por estos brotes.
En mi traje, en mis mangas,
sigue cayendo nueve.
Emperador Kôkô
16.
No imaginaba
que así punzara, espino
del Monte Inaba,
la imagen de ese pino
que a tu lado me llama.
Ariwara no Yukihira.
17.
No se oyó nunca
ni en la edad de los dioses:
debajo el agua ,
corre el río Tatsuta
teñido de escarlata.
Ariwara no Narihira
18.
A Suminoe
se aproximan las olas
todas las noches.
En la senda del sueño
tú no me dejas verte.
Fuyiwara no Toshiyoshi
19.
¿En esta vida
dices que no cabría
para encontrrnos
ni el lapso entre dos nudos
de un junco de Naniwa?
Ise
20.
El río suena:
baliza de Naniwa,
mi nombre lleva.
Hecho pedazos, sea:
llegaré hasta tu orilla.
Príncipe Motoyoshi
Ene 01, 2017
21.
Iré ahora mismo,
dijiste solo, y nada
sino la pálida
luna de otoño al alba
tras la espera ha venido.
Monje Sosei
22.
Aja y desgaja
las hierbas y los árboles
en el otoño:
tras los montes se trama,
tramontana se llama.
Bun'ya no Yasuhide.
Iré ahora mismo,
dijiste solo, y nada
sino la pálida
luna de otoño al alba
tras la espera ha venido.
Monje Sosei
22.
Aja y desgaja
las hierbas y los árboles
en el otoño:
tras los montes se trama,
tramontana se llama.
Bun'ya no Yasuhide.
23.
Viendo la luna
pienso en mil y mil cosas
que me entristecen.
Quien recibe el otoño
no soy yo solamente.
Ôe no Chisato
24.
Monte de Ofrendas:
ni una cinta he traído
en esta vuelta.
Brocado de arces rojos,
el don de las deidades.
Sugawara no Michizane
25.
Viñas del Sueño
del Monte del Encuentro.
Fiel a esos nombres,
sin que nadie se entere
tendría que acercarme.
Fujiwara no Sadakata
26.
Si algo sintieran,
rojos arces cimeros
del Monte Ogura,
ahora esperarían
la visita imperial.
Fujiwara no Tadahira
27.
Brota y divide
la llanura de Mika
el río Izumi.
Y tú mi corazón,
¿tú lo partiste cuándo?
Fujiwara no Kanesuke
28.
Qué desolada
en invierno la aldea
de la montaña.
Las almas y las hierbas
se dirían ajadas.
Minamoto no Muneyuki
29.
¿Para tomarlas,
una corazonada?
Los crisantemos:
flores blancas cubiertas
por la primera escarcha.
Ôshikôchi no Mitsune
30.
Nos separamos
bajo la indiferente
luna del alba.
Qué dolor desde entonces
el de ver que amanece.
Mibu no Tadamine.
Ene 02, 2017
En la primera
luz, parecía luna
del alba: era
en Yoshino, caía
nieve sobre la aldea
Sakanoue no Korenori
32.
En la cañada,
por el viento erigida,
una represa:
no fluyen por el río
las hojas coloridas.
Harumichi no Tsuraki
33.
En la impasible
luz del cielo de un día
de primavera,
¿por qué sueltan las flores
sus pétalos inquietantes?
Ki no Tomonori
34.
¿Habrá quedado
alguno de los míos?
En Takasago
los pinos, también viejos,
no son amigos míos.
Fujiwara no Okikaze
35.
Es insondable
el corazón del hombre,
pero en el pueblo
huelen igual que antes
las flores del ciruelo.
Ki no Tsurayuri.
36.
No se ha cerrado
la noche y ya amanece:
es el verano.
- ¿Y dónde, entre las nubes,
la luna se ha alojado?
Kiyohara no Fukayabu
37.
El viento sopla
sobre el blanco rocío.
Por todas partes,
en el llano otoñal,
gemas desperdigadas.
Fun'ya no Asayasu.
38.
No me preocupa
que me hayas olvidado,
pero ¿qué suerte
le tocará al que pudo
dar su palabra en vano?
Ukon
39.
Como delgado
bambú entre la maleza
ha ido creciendo
mi cuidado, y no puedo
-¡ay, por qué!- ocultarlo.
Minamoto no Hitoshi
40.
Aunque lo callo,
me sale a flor de piel
lo que deseo.
La gente me pregunta:
- ¿en qué estarás pensando?
Taira no Kanemori
Ene 10, 2017
41.
Dicen que amo,
y anda en rumor mi nombre.
No lo sabía:
apenas la conozco,
me estaba enamoando.
Mibu no Tadami
42.
¿Y no empapamos
de llanto nuestras mangas
y nos juramos durar ante la olas
como la alta montaña?
Kiyohara no Motosuke
43.
Al fin nos vimos
y vi que no sabía
mi corazón
qué es el amor, ni eran
cuidados mis cuidados.
Fujiara no Atsutada
44.
Si no existiera
nunca ningún encuentro,
nada de nada
ni de mí ni de ella
sintiera o resintiera.
Fujiwara no Asatada.
45.
¡Ay, quién tuviera
palabras de consuelo
para mi pena!
Inútil sin remedio
se apaga mi existencia.
Fujiara no Koremasa.
46.
Boca de Yura.
Igual que el marinero,
roto el timón,
voy al pairo y no veo
a dónde va mi amor.
Sone no Yoshitada.
47.
Cerca mi casa
desordenadamente
la mala hierba.
Ya nadie viene a verme.
Sólo el otoño llega.
Monje Egyô
48.
Como las olas
que furioso echa el viento
contra las rocas:
así estoy yo, deshecho,
entre mis pensamientos.
Minamoto no Shigeyuki
49.
Arde la hoguera
del guardia de Palacio
toda la noche:
en el día se extingue
igual que mis cuidados.
Ônakatomi no Yoshinobu
50.
Antes hubiera
dado la vida entera
sólo por verte.
Hoy no quiero perderl
por tener esa suerte.
Fujiwara no Yoshitaka
51.
Como artemisa
del monte Ibuki queman
mis sentimientos,
y sin que tú lo sepas
me consumo por dentro.
Fujiwara no Sanekata
Febrero 07, 2017
52.
Aunque amanezca,
la noche, lo sabemos,
siempre regresa.
¡Pero cómo es odiosa
la débil luz primera!
Fujiwara no Michinobu
Aunque amanezca,
la noche, lo sabemos,
siempre regresa.
¡Pero cómo es odiosa
la débil luz primera!
Fujiwara no Michinobu
53.
Paso la noche
en un largo lamento
y espero el alba.
¡Ay, si sólo supieras
qué lento pasa el tiempo!
La madre de Michitsuna
54.
¡Quién me asegura
que no me olvidarás,
de veras, nunca?
Mejor no vivir más
que vivir entre dudas.
Takako, madre del Ministro Honorario
55.
56.
57.
58.
59.
60.
61.
62.
63.
64.
65.
66.
67.
68.
69.
70.
71.
72.
73.
74.
75.
76.
77.
78.
79.
80.
Febrero 08, 2017
81.
El cuco canta,
pero al volver la vista
no encuentro nada.
Una pálida luna
en el cielo del alba.
Fujiwara no Sanesada
82.
Sin esperanza
a mi vida me apego,
aunque me pesa.
¡Mis lágrimas, en cambio,
no soportan la pena!
Monje Dôin
83.
No hay manera
de salir de este mundo.
Si me refugio
en lo hondo del monte,
brama el ciervo y lo escucho.
Fujiwara no Shunzei
84.
Si llego a viejo,
¿añoraré estos días
atribulados?
El mundo que era amargo
lo añoro ahora tanto...
Fujiwara no Kiyosuke
85.
La noche entera
entregada a mi cuitas,
y entre mis puertas
- cruel, despiadada, fría -
una oscura rendija.
Monje Shun'e
86.
Miro la luna
y me embarga la pena.
Se lo reprocho,
sin razón -¡pero bañan
la lágrimas mi cara !
Monje Saigyô
87.
Aún no secan
las gotas del chubasco
junto a los cedros
y ya se alza la niebla.
Es otoño, al ocaso.
Monje Jakuren
88.
¿Por una breve
noche de poco sueño
-¡ay en Niniwa,
juncos de la bahía!-
la vida en pensamientos?
Asistente de Kôka-Mon-In
89.
Si has de romperte,
rómpete ya, collar:
no seré fuerte
para guardar más tiempo
mi amor en el secreto.
Princesa Shikishi
90.
Las pescadoras
de la isla de Ojima
mojan sus mangas
y su color no cambia.
¡Ay, si vieras las mías!
Inpumon In no Taifu
91.
Cantan los grillos
en la noche escarchada.
Tiendo mi traje
sobre la estera helada:
nadie duerme conmigo.
Fujiwara no Yoshitsune
92.
Mis magas: rocas
ni en bajamar visibles
en el mar abierto,
de las que nadie sabe
y que nunca están secas.
Sanuki
93.
!Si la existencia
fuera siempre la misma!
En la marea
remolcan sus barquillas
de pesca. Qué tristeza.
Minamoto no Sanetomo.
Febrero 16, 2017
94.
Monte Yoshino:
viento de otoño, densa
noche de frío
en la capital vieja.
Se oye batir de telas.
Fujiwara no Masatsune
viento de otoño, densa
noche de frío
en la capital vieja.
Se oye batir de telas.
Fujiwara no Masatsune
95.
¡Y hacer de guía
en el mundo inestable,
con estas mangas
negras como la tinta
por el bosque de vigas!
Jien, alto prelado retirado.
¡Y hacer de guía
en el mundo inestable,
con estas mangas
negras como la tinta
por el bosque de vigas!
Jien, alto prelado retirado.
96.
No está nevado
el jardín: la tormenta
tentó a las flores.
Desperdigdos, caen
de mi vida los años.
Fujiwara no Kintsune.
No está nevado
el jardín: la tormenta
tentó a las flores.
Desperdigdos, caen
de mi vida los años.
Fujiwara no Kintsune.
97.
Mar de Matsuo.
Espero al qie no viene
en el crepúsculo.
Sacan la sal de as aguas:
como yo, el agua hierve.
Fujiwara no Teika
Mar de Matsuo.
Espero al qie no viene
en el crepúsculo.
Sacan la sal de as aguas:
como yo, el agua hierve.
Fujiwara no Teika
98.
Susurra el viento
al arroyo de Nara,
en el crepúsculo.
Hacen sus abluciones:
el verano no acaba.
Fujiwara no Ietaka
al arroyo de Nara,
en el crepúsculo.
Hacen sus abluciones:
el verano no acaba.
Fujiwara no Ietaka
99.
Gente entrañable
y gente aborrecible,
y no hay salida
para el que se preocupa
del mundo y de sus cosas.
Gotoba, Emperador retirado.
Gente entrañable
y gente aborrecible,
y no hay salida
para el que se preocupa
del mundo y de sus cosas.
Gotoba, Emperador retirado.
100.
En los aleros
del antiguo palacio
crecen helechos,
y hasta en ellos encuentro
nostalgia del pasado.
Juntoku, emperador retirado.
En los aleros
del antiguo palacio
crecen helechos,
y hasta en ellos encuentro
nostalgia del pasado.
Juntoku, emperador retirado.
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