28 de mayo de 2009

Untitled

He pensado que cada uno de nosotros ejerce cierta influencia sobre aquellos que nos rodean. Es como un efecto dominó, que en mayor o menor grado va dejando una fracción de nuestra escencia en los demás.

Justo algo así me ocurrió anocche mientras escuchaba las divagaciones de una amiga mía. Resulta que esta chica conoce en carne ropia los estragos que causa el dejar de ser uno mismo en pos de sostener una relación.

En verdad es increíble, con tal de encajar en algún entorno, somos capaces de hacer a un lado actividades que nos llenan, amigos que nos enriquecen, maneras de vivir, en suma, nuestra escencia. Eso que se supone que nos define como individuos y que siempre seremos - menos que necesitemos cambiarlo por conveniencia-.

Esto se manifiesta a todas edades, a veces -las más - de manera inconsciente. Ahora, otras, bajo la premisa de mantener cierta situación. Una mirada introspectiva nos dará varios ejemplos de esto. Una relación de pareja, un grupo de amigos, un modo de vida, en fin, ejemplos hay muchos. Así mismo, los efectos son variados. Los más afortunados s dn cuenta y toman el camino de regreso a casa, otros pocos se pierden, mientras que un tercer grupo, simplemente no aprende sigue por la vida en las mismas circunstancias.

Ahora, una cosa que parece haber funcionado para mi amiga, fue el elaborar una lista con todas aquellas cosas que llenaban su vida, antes y un poco durante, y que le solían definir y que en consecuencia, quiere retomar. Tomar esto como eje de su cotidianeidad para reinventarse.

Pienso que uno de los procesos más complicados de cualquier persona es el autoanálisis, la introspección, a partir de la cual encontrar lo que queremos y lo que no, y sobre todo, el permitirnos una segunda oportunidad. Y ella se lo permitió.. por eso

27 de mayo de 2009

Un poquito de arte. ¡Pa' variar jóven!

Esta ha sido una de esas noches interesantes, en las que el destino te pone en situaciones de las que puedes aprender mucho. Esta ves, por invitación de una amiga muy querida, terminé en casa de una artista, sí, así como lo leen. Estuve en una puesta (como ella le llama), de una de sus obras. Al verla, la primera impresión fue de extrañeza, que dió paso a un sentimiento de admiración, no por lo que en sí expresaba la obra, si no por el empeño puesto en la realización de la misma. Digo, yo no lo hubiera hecho en realidad. Después llegó la explicación y con ella el significado certero de eso que estaba mirando.



Minutos después calleron en mis manos una rica cerveza y un par de cigarros, que fueron haciendo suave mi interacción con ese círculo curioso. De entre los cuales puedo contar a algunos estudiantes (no sé de qué), luego a un museologo (o al menos eso me dijeron) un chico fotógrafo, etc. Luego de un rato en el que actué como observador de un juego de intercambio de ideas, se me ocurrió intervenir preguntando algo como:

"-¿Aja, y pon tú que ya expones y llegas al público y eres fiel a tu idea y demás, pero qué, qué pasa cuando el público simplemente no entiende loq ue estás queriendo expresar?"

La respuesta que mereció fue bastante larga, pero la voy a resumir en lo siguiente, que viene siendo lo más interesante, al menos para mí: "El arte tiene que provocar algún sentimiento en el espectador, sea lo que sea. De otro modo, no se logra el objetivo". También, en algún punto se habló de la sensibilidad del espectador, obviamente requisito fundamental para experimentar sentimientos respecto a una obra. Ene ste punto, la conversación giró un poco sobre lo des-sensibilizados que estamos por aquello del rollo consumista.


Luego de eso, se tomaron algunas fotos, salieron a la luz algunas otras y hasta un video. En general la noche se presentía muy agradable. Y bueno, a final de cuentas, ¿de qué se trataba la famosa puesta? Bueno, en realidad preferiría que ustedes mismos observaran, sobre todo la primera fotografía... las chicas no son parte de la obra eh! Ahí cada quién juzgará y el que quiera preguntará.



Lamentablemente hubo que continuar y bueno... el resto de la noche dio pie a seguir el reencuentro con una cigarra. ¡Pero esa, es otra historia!

25 de mayo de 2009

Edgar Morin: Un pensador planetario

Recientemente, respondí a uno d elos múltiples quizes de Facebook, se trataba de saber con qué filósofo postmodernista me identificaba y se supone que en mi caso, soy afin a Edgar Morin. Evidentemente no sabía nada del tipo este, por lo que me di a la tarea de hallar algo al respecto, para documentarme un poco. Después de un rato de leer en la Wikipedia hallé esta serie de videos de YouTube.

Es un overview dle trabajo y de ss pensamiento, través de entrevistas a él ya terceros.

Ojalá lo disfruten.

Parte 1 de 5.




Parte 2 de 5.




Parte 3 de 5.




Parte 4 de 5.




Parte 5 de 5.